FEDERAL CAFÉ. (diseño universal)

La actividad se desarrolla en el ámbito de la alimentación, concretamente en el café Federal de valencia, donde el usuario puede consumir alimentos mientras socializa o trabaja.

Se ha elegido este local por ser un espacio abierto al público y acogedor, donde voy de forma habitual a desconectar o conectar y trabajar mientras tomo algo. Me ha parecido interesante por la dualidad usuario objeto, teniendo como premisa el consumo de alimento, pero donde se facilita la relación social entre personas y profesionales, la utilización de wifi para trabajar y el uso de diferentes espacios para relacionarse escuchando música de fondo.

Federal Café es un local para todo tipo de público desde familias con niños, gente joven, adultos, 3ª edad y personas que van a hacer uso del local como zona de trabajo. Dispone de diferentes espacios para el consumo, espacios amplios para socializarse en grupo o reducidos para desconectar de forma individual. Tienen destinada una zona donde poder sacar el portátil para trabajar, habilitando exclusivamente la mesa grande que preside la entrada y las barras con taburetes de las ventanas para realizar esta función. El servicio que ofrecen es de desayuno, Brunch, menús ligeros, merienda y diferentes zumos y batidos. Además, ponen a tu disposición wifi gratuito siempre que consumas.

Como usuario los elementos con los cuales debo interactuar, los espacios que me facilitan y las opciones que nos ofrece el local se podrían dividir en señalización, ergonomia del espacio, producto y mobiliario, atención/servicio y carta. Al ser un local diáfano y luminoso queda a la vista los diferentes espacios, aunque hay pocas indicaciones y señalizaciones de emergencia, baños o por ejemplo para definir la zona de uso de portátiles. Las comandas son rápidas y las acercan a la mesa, eso agiliza la cola a la hora de pedir en barra. La luz natural es muy agradable al tener grandes ventanales y la iluminación instalada es generosa en las zonas de trabajo y cálida y suficiente en las zonas de socialización. El mobiliario es cómodo para hacer largas sobremesas y el espacio suficiente para no tener problemas a la hora de llevar niños o grupos grandes. El servicio es agradable y atento en todo momento, recibiéndote a la entrada para facilitarte mesa dependiendo de lo que vayas a necesitar. La carta es tradicional dándote la posibilidad de leerla en formato físico tradicional o con lectura de código de forma digital.

Mi presencia en la red

Pública

 

#LUEGOEXISTO

El trabajo de posicionamiento en red requiere de una constancia, de un análisis de un mercado en constante evolución y de un plan estratégico, que lo hace un ejercicio que necesita de profesionales para hacerlo de una manera realmente efectiva. El estudio de los objetivos, de responder a las preguntas de ¿quién?, ¿qué?, ¿por qué?, ¿para qué?, ¿a quién?, ¿cómo?, el trabajo del contenido, el posicionamiento, el controlar la repercusión, etc hace del personal branding un trabajo que requiere profesionalidad.

Con la llegada de las nuevas tecnología, internet y los dispositivos móviles, se ha creado la necesidad social de tener un perfil digital, el cual tienes que posicionar de una determinada manera según tus intereses, ya sean profesionales o personales. Esto ha ido generando una necesidad algo enfermiza en el comportamiento o en las relaciones personales y profesionales, el personal branding ha generado un dilema ético donde el producto somos nosotros, nuestras vidas, inquietudes, reflexiones, estilo de vida. Esto ha generado que el mercado se aproveche de estos canales para dar un giro al concepto de publicidad y del comercial, donde los seguidores y visualizaciones te convierten en mejor o peor producto. Vamos en dirección a la obsesión por la marca del individuo, mercantilizando el eslogan «ser único» creando la necesidad de sentirse diferente dentro de una cadena de montaje, en vez de dar importancia a lo social y a lo colectivo.

¿Dónde queda el «juntos somos más fuertes»?

Hoy en día es necesaria la presencia en red para poder «existir», ya sea por una necesidad de contacto y comunicación social o bien por necesidad profesional. Cuando introducimos nuestro nombre en el buscador podemos encontrar documentos, fotos, videos, información profesional o personal que nosotros incorporamos a la red de forma voluntaria o con desconocimiento, o bien por otro usuario que introdujo el contenido vinculandote, y todo esto esta abierto a cualquier usuario. Esto abre la puerta a una reflexión sobre la ética en este tipo de plataformas que invaden o/y exponen nuestra privacidad, ¿podríamos decir que el concepto de privacidad hoy en día no tiene el mismo significado que hace a penas 20 años?. Por todo esto la compañías con los años han ido implementando ciberseguridad en las diferentes plataformas digitales y se ha abierto el debate del derecho al olvido, el borrado de la información latente o residual de nuestra vida ya sea personal o profesional de este plato que da de comer al consumismo de una sociedad hambrienta de «información».

Como yo digo: «la curiosidad mató al gato, pero también le dio de comer»

Yo por mi parte formo parte de esta red de información insaciable que nutre nuestras necesidades muertas y trabajo varias vías de contenidos de una manera no lo profesional que debería por la dicotomía entre el sí y el no, de lo personal o profesional, intentando dar a conocer mis inquietudes, reflexiones, críticas y los placeres que me aporta la fotografía, de una manera sin ánimo de lucro (si eso puede ser posible) y el único fin de compartir para quien le mueva la misma muerte que me da de comer.

Aquí os dejo los enlaces a mis cuentas personales, por si la curiosidad os llama.

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Un saludo